Una vez el niño por medio de la estimulación y ejercitación lectora ha llenado significativamente su banco de palabras, su proceso de lectoescritura será cada vez más fluido, pues será capaz de codificar las estructuras necesarias para identificar y pronunciar las palabras, distinguiendo vocales de consonantes, pero sobre todo manejando el concepto de cada una de ellas, permitiéndole diferenciar pan de sal, por ejemplo; dándole apertura a la etapa ortográfica. Durante esta etapa se recomienda trabajar de forma conjunta la lectoescritura, asociando las actividades; de ser posibles que estén relacionadas con el interés del niño ya que será más atractivo para él y fortalecerá más sus conocimientos. También podemos implementar un aprendizaje multisensorial favoreciendo el proceso, por ejemplo podemos acompañar la lectura de un cuento, con un audiolibro o hacer sus personajes en títeres, o en un papelógrafo con todo tipo de materiales, tizas, marcadores, acuarelas, témpera y en vez de utilizar pinceles lo hacemos con los dedos, de seguro estas actividades estimularán a nuestros pequeños a plasmar su experiencia en hojas de colores, con esta actividad fortalecemos la lectura, la creatividad, la concentración, la atención, todos sus sentidos, su cerebro, su vocabulario, incluso su capacidad de liderazgo y socialización, pero sobre todos los enseñaremos a enamorarse de la lectura y que cada uno construya su propio aprendizaje. Entre las lecturas recomendadas para realizar este tipo de actividades tenemos los cuentos clásicos, el libro de las emociones para niños, la coleccionista de palabras, el caimán, cuentos para escuchar, porque eres especial, entre otros, recuerda siempre pensar en las necesidades de tus pequeños y de seguro encontraras la lectura ideal.
Recuerda... Tú felicidad depende de ti 😉
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